Hablemos de“La fruta estrella” y no solo porque aporta cantidad de beneficios a nuestro organismo si no por que tambien podemos usarla a modo decorativo. Su forma de estrella es muy inusual y llamativa lo que causa un gran impacto visual en nuestros platos.
Algunos de sus muchos nombres son averrhoa estrella, carambolera, torombolo, chiramelo, miramelo, Fruta China, tamarindo chino, star fruit … Se cultiva en zonas tropicales y se cree que era originaria de Sri Lanka o Indonesia. Su carne es extremadamente jugosa, con una consistencia muy similar a la de las uvas y dependiendo de la variedad puede ser dulce o agria, siempre tirando un poco al sabor ácido.
Pros y contras de la carambola_
Esta maravilla exótica tiene un alto contenido en vitamina C, por ello es tan beneficiosa para prevenir resfriados y enfermedades bacterianas. Es increíblemente antioxidante y aporta una buena cantidad de colágeno indispensable para nuestros músculos, huesos, cartílagos…
También contiene vitamina A, que es increiblemente beneficiosa para nuestro cabello, la vista, la piel y sistema inmunológico.
El potasio es una de sus fuentes más destacadas, este mineral la convierte en una fruta que nos mantiene hidratados, regula nuestra función celular y ayuda en la recuperación muscular.
Su alto contenido en fibra soluble regula el tránsito intestinal y resulta ideal para personas que tiene problemas de estreñimiento.
Su valor calórico es muy bajo. Esta fruta contiene pequeñas cantidades de hidratos de carbono, de proteínas y grasas, asi que su consumo es ideal en dietas de control de peso
Pero tienes que tener cuidado si padeces algún tipo de enfermedad renal, ya que contiene oxalatos y esta totalmente contraindicado su consumo para personas que tenga este tipo de patologias.
Como consumirla_
La carambola puedes usarla de muchas maneras distintas, puedes cocinarla, hacer zumos con ella, ponerla en ensaladas, hacer aliños y compotas, y sobre todo puedes comerla cruda.
Es un ingrediente estupendo para innovar y hacer tus platos más originales.
